Hoy en día están en auge los barrios cerrados o countries, urbanizaciones caracterizadas por conglomerar dentro de un perímetro a un conjunto de viviendas donde las personas pueden desarrollar su vida de acuerdo a las especificaciones del barrio.
Tal vez el atractivo mejor considerado sea la posibilidad que los barrios privados brindan de tener contacto con la naturaleza en todo momento, como si de vivir en un pequeño pueblo se tratara. El barrio cerrado está dispuesto de manera tal que sus habitantes pueden disfrutar del verde y zonas recreativas sin preocupación por su seguridad, por el tráfico o cualquier otro tipo de interrupciones negativas que puedan presentarse.
Ésta es una ventaja clave sobre todo para familias con niños pequeños, ya que posibilita que los menores jueguen al aire libre y disfruten de la naturaleza dentro de la libertad del barrio; por lo que los pequeños tienen plenitud de espacio para desenvolverse sin que sus padres estén constantemente preocupados.
De la mano de la ventaja anterior, también, al ser una urbanización privada y perimetrada, contamos con la seguridad como una de sus ventajas. Los residentes pueden disfrutar de una vida en tranquilidad sin preocupaciones por su seguridad debido a los sistemas de vigilancia con los que cuentan las urbanizaciones privadas, así como también de sus sistemas de pórticos con guardias que controlan los accesos al barrio las 24 horas.
La seguridad también se extiende hacia, por ejemplo, el tránsito del barrio. En comparativa con la ciudad, dentro de un barrio privado se rigen normas de tránsito diferentes. Se circula a baja velocidad, con la intención de evitar accidentes y los típicos ruidos molestos del tránsito de la ciudad. De esta manera, la calidad de vida se conserva y se beneficia a todos los residentes del barrio.